Después de que se firmó los acuerdos de paz, se pensó que el conflicto armado había terminado, de que las diferencias antagónicas e ideológicas entre ambos grupos armados entrarían en un receso definitivo, se pensó que el país se encaminaría por la senda de gobiernos democráticos, sin tener la sombra del ejército y de los golpes de Estado, pues en la Constitución de 1985 quedo plasmado de que para llegar al poder tiene que ser por medio de elecciones libres y no por golpes de Estado, asonadas y revoluciones. Pero los políticos son los que han violentado la misma carta magna, se recuerda que el primero que violo la constitución para ser candidato presidencial fue Ríos Mont, también fue el que levantó las cenizas del conflicto al ofrecerle a los paramilitares, un pago por servicios a la patria, algo inaudito que se pague por cometer actos de genocidio en poblaciones indígenas que nada tenían que ver y que solo fueron utilizados y engañados.
Para poder entender lo que pasó realmente en el conflicto se tiene que leer al antropólogo Roddy Brett sobre lo que paso realmente en el conflicto armado, hace un análisis sobre el involucramiento de poblaciones indígenas en el conflicto y las masacres cometidas indiscriminadamente y el papel que jugó el ejército en ese conflicto, también se recuerda el jueves negro provocado y patrocinado por el mismo militar Ríos, cuando tomaron la capital con quema de llantas, hasta diputados del occidente del país participaron con capuchas, al final la misma población demostró que ya no quería grupos violentos y voto masivamente en contra de este señor, pero las cenizas siguieron levantándose transformándose en un chantaje en cada periodo de gobierno, los paramilitares quieren que les paguen por haber cometido crímenes de lesa humanidad en contra de poblaciones indefensas, por eso el antropólogo Roddy Brett menciona que el conflicto fue una guerra sin batalla.
En otro de los libros que mencionan los actos de terror cometidos como la violencia sexual y genocidio de la Antropóloga Victoria Sanford, donde hace un análisis del sufrimiento de la población femenina que fueron violadas por màs de treinta hombres cada una, también en el libro de la Antropóloga Marta Elena Casaùs, mujeres utilizadas para hacerle la comida a los militares, según las sobrevivientes se presentaron a los tribunales para dar su testimonio y condenaran a los responsables de los destacamentos, por la muerte de sus hijos que fueron asesinados en las comunidades, por estos casos están siendo juzgados en los tribunales un grupo de militares de la cofradía, por desapariciones forzadas y torturas de estudiantes, profesionales, sindicalistas, religiosos, por eso habría que preguntar si están cobrando por lo que la historia registra, poblaciones indígenas enteras que fueron desaparecidas y desarraigadas de su entorno cultural.
Ahora se debe de pensar en como reconvertir este país, para que no se repita como quedo documentado en los testimonios de la barbarie de Juan Josè Gerardi, “Guatemala nunca màs” porque no es posible que se pretenda pagar por estos hechos lamentables que registra la historia negra de Guatemala y las condiciones del país sigan con pobreza y extrema pobreza como una constante y estos grupos violentos sigan chantajeando al tomar carreteras para que les paguen cantidades exorbitantes por tierras arrasadas en comunidades indígenas que fueron víctimas inocentes de genocidio.
0 comentarios