Suspender las actividades docentes presenciales ocasionó que se transfirieran de modo inmediato todas las actividades educativas de aprendizaje a un formato virtual. Está pandemia, una enfermedad epidémica se propago en el mundo, provocando un aislamiento total, cierre de fronteras, cancelación de viajes, prohibición a la población de salir de casa (estado de sitio) y el cierre de actividades económicas que afectaron a toda la población. 

La tragedia ha significado perdidas humanas, perdida de empleo, mayor índice de violencia familiar, incrementado el nivel de desconfianza, alejamiento social, aumento de pobreza y pobreza extrema, en el ámbito educativo el golpe fue muy fuerte en todos los niveles educativo, alcanzado así mismo el universitario, provocando altos índices de deserción y abandono educativo provocado por la migración de la presencialidad a la virtualidad. 

El profesorado y estudiantado no contaban con esta acción emergente, la cual no tenia un planeamiento didáctico institucional, de curso, de unidad y de clase, un día después de iniciada la pandemia no se contaba con un rediseño integral de las diferentes asignaturas las cuales desde hace mucho tiempo fueron pensadas para ser impartidas y cursadas de forma presencial. Por lo que las planificaciones no contaban con la utilización de nuevas herramientas didácticas. 

Las nuevas competencias institucionales, administrativas, docentes, estudiantiles y de padres/madres de familia, pusieron en jaque a la comunidad educativa al implantar nuevos medios tecnológicos digitales, magnificando las brechas en el Sistema Educativo y en la Universidad:    

El acceso a dispositivos electrónicos y número de estos para poder ser utilizados por el estudiantado, a la conexión de internet y costo que representa para poder continuar con su formación y en muchos casos la falta de energía eléctrica en los lugares más recónditos del país. 

Sumado a ello las competencias digitales del profesorado y del estudiantado para utilizar adecuadamente las plataformas digitales con fines educativos evitando que se conviertan en verdaderos distractores pedagógicos, utilizando dichos medios para crear o proveer cambios y transformaciones en los contenidos y actividades educativas.

El acompañamiento del uso y la calidad de información que se obtienen, porque habrá hogares en donde se supervisa el tipo de contenidos que el estudiantado esta visitando en la red de internet, pero existirán algunos estudiantes que abusan del tiempo empleado sin ningún beneficio y con daños colaterales por falta de acompañamiento familiar.

En el marco de la transformación hacia una educación virtual, semipresencial, híbrida o invertida, por las causas sobrevenidas por el COVID-19, es importante evaluar los pro y contras del regreso a clases, contar con las medidas sanitarias que prevengan la expansión de la enfermedad, pero sobre todo el acompañamiento al estudiantado en el uso de las redes que pueden estar deformando a nuestra niñez y juventud.