Las primeras carreteras datan de India usando ladrillos para pavimentar las calles 3000 años antes de Cristo, el Camino Real Persa lo ejecutó Darío en el año 500 antes de Cristo, el Imperio Romano empezó a construir una gran red de calzadas que unió Europa y el Norte de África mediante 29 grandes arterias en una red que cubría 78 mil kilómetros a partir del año 312 antes de Cristo, dejando hasta hoy y aún en buenas condiciones una vasta red de carreteras. España, en el siglo en el año 1759 y durante el reinado de Fernando VI, creó la figura del «peón caminero» situado a pie de camino, era el encargado de cuidar del estado de la carretera en cada legua, equivalente a unos cinco kilómetros y medio. En los años 30 del siglo XX en Alemania se empezó a desarrollar un nuevo tipo de carretera de alta capacidad para vehículos conocida como Autobahn, fueron las primeras autopistas de la historia.
En todos los países existen carreteras que se han concesionado a una empresa particular para que las administre y brinde un buen servicio al ciudadano y haga más cómodo su paso por ellas facilitando y promoviendo el turismo, los negocios, y el transporte de productos y/o servicios que son indispensables para que la economía, el trabajo y la seguridad de las familias de cada país puedan desempeñarse en beneficio de la estabilidad social indispensable en cualquier sociedad del globo terráqueo.
En Latinoamérica, Chile encabeza el puesto con los precios de peaje más caros por carreteras privadas y le siguen Colombia y México por los altos costos que les han sido impuestos a los pilotos que necesitan hacer uso de esos pasos. Chile US$6,07, Colombia US$4,97, y México US$4,49 por el peaje en algunas carreteras.
Mediante el cobro de impuestos que el Estado recibe del contribuyente con las tasas de circulación de vehículos y el impuesto a combustibles, debe garantizarle al ciudadano el paso por las carreteras nacionales, a las que debe darle mantenimiento oportuno para que no hayan baches, que tengan una adecuada iluminación para transportarse en horas de la noche, con lluvia o neblina, seguridad vial, señalización, teléfonos de emergencia, etcétera.
En Guatemala según el Observatorio Nacional de Seguridad del Tránsito -ONSET- hasta mayo de 2021, se han contabilizado 4 millones 289 mil 712 vehículos en toda la república. El departamento de Guatemala es donde circula la mayor cantidad de vehículos con 1 millón 847 mil 261, 43.06%; después están Quetzaltenango, 295 mil 063, 6.88%; Escuintla, 256 mil 483, 5.98%; San Marcos, 194 mil 714, 4.54%; Huehuetenango, 157 mil 234, 3.67%; Chimaltenango, 150 mil 800, 3.52%; Jutiapa, 130 mil 646, 3.05%; Izabal, 126 mil 613, 2.95%; Petén, 124 mil 621, 2.91%; y Suchitepéquez, 114 mil 435, 2.67%.
A partir de las restricciones de movilización impuestas durante el año 2020 por el virus del COVID-19 por el número de placa de los vehículos, sumado a el temor de viajar en transporte público y contagiarse, y el incremento de más despachos a domicilio en varias actividades productivas, han sido algunos de los motivos principales por los cuales algunos ciudadanos decidieron comprarse un vehículo para transportarse o hacer negocios. Muchas personas se quedaron desempleadas y optaron para auto emplearse en repartos a domicilio y prestar servicios a empresas o en los hogares.
Las carreteras deben tener: Calzada destinada a la circulación de los vehículos, puede estar compuesta de uno o varios carriles. Cuneta o drenaje: Es una zanja o canal localizada a los lados de las calles y que, recibe las aguas pluviales y las conduce hacia un lugar que no provoquen daños o inundaciones. Acera: Superficie pavimentada a la orilla de una calle para uso de peatones, en ambos lados de la calzada. Paso de peatones: Son la zona de intersección una o más calles y el tránsito peatonal. Ciclovía: para la circulación de bicicletas. Arcén, zona de dominio público, zona de servidumbre y zona de afección. Las carreteras requieren un constante mantenimiento. El deterioro es producido principalmente por el paso de vehículos, aunque también se ven afectadas por las condiciones meteorológicas: lluvia, expansión térmica y oxidación.
El Congreso de la República recién aprobó la concesión por 25 años para la construcción, mantenimiento y operación de la Autopista Escuintla -Puerto Quetzal a El Consorcio Autopistas de Guatemala, que congrega a la empresa mexicana Marhnos y la guatemalteca Grupo Precon, construirán en 3 años la autopista de 42 kilómetros de distancia entre Escuintla y Puerto Quetzal y nos cobrarán peaje por hacer uso de esa carretera que costará Q580 millones y por los próximos 25 años les devolveremos esa inversión.
De cada galón de combustible que consumimos en Guatemala, nos cobran entre Q4 y Q4.50 de impuesto para carreteras. De los 4.5 millones de vehículos registrados en el país (no todos lo están ante la SAT), se pagan Q4 de impuesto de combustibles y nos dan Q14 mil millones aproximadamente. ¿Señor presidente, por qué en lugar de promover la concesión a una empresa extranjera, no se hizo la inversión con presupuesto del Estado y se administra adecuadamente para que el dinero se multiplique y regrese a las arcas guatemaltecas?, ¿en dónde está ese dinero o será acaso que ya no está?, o ¿ya repartieron las coimas entre quienes aprobaron esa concesión y quienes harán efectivo ese gasto a través del CIV y hacia sus superiores?
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