No cabe duda, rendir tributo resulta un acto extraordinariamente humano. Dicen que honrar tiene el peligro de elevar a grados de culto a personas, hechos y acontecimientos. pero nada podrá compararse con el sentido de reconocimiento que José Martí expresó en esas hermosas frases que hoy hago mías para saludar y reconocer al Profesor y maestro guatemalteco.
Cuando se confirman historias académicas en el devenir del tiempo y se constata esa conclusión casi profética del aula. Cuando el profesor, a diferencia del actor del cine, que vive el teatro de la realidad o a diferencia del político que vive la realidad en un teatro, al repasar nombres de estudiantes de hoy y ayer… no queda duda: sí agregamos sentido de vida.
Posiblemente una razón que no tendría ninguna importancia, excepto porque son el resultado de la intención de darle sentido a la veleidad de la vida; eso, justamente eso es lo hacen los Maestros y Profesores en la íntima soledad al paso de los años, confirmar que en el fondo habían razones suficientes para creer en cada alumno virtudes y dones futuros.
Imaginarse en un ambiente hostíl como Guatemala para el Maestro, principalmente aquel de area rural, alejado de la semantica política del 25 junio, seguramente parecerá parte del teatro que nos prodiga el actor y el político. Pero de eso se trata, no de llevar a cuestas el peso del embuste y la mentira; sino, simplemente hacer nuestra tarea con entusiasmo y compromiso de contribuir a nuevos sueños, retos y esperanzas…
Seguramente habrán muchos festejos, pero éste, aunque no tenga el bombo y el platillo frenético de masas delirantes o la vanidad del encumbrado en festejos pirotécnicos, sabemos en nuestra humildad de la catedra que, más de alguno de aquellos que salieron al mundo a caminar cargados con alforjas de fé y esperanza, que aunque les dijimos que ese mundo mejor era un sueño, que lo podían construir para ellos y sus familias. Seguramente es una vanidad repetirlo, pero lo dijimos en el aula…
Siempre insistimos en el aula que la doctrina religiosa, la soberanía patria y la postura ideológica no tendrían validez en el pensamiento cartesiano. Que cualquier verdad tendría que pasar por la prueba de la comprobación mediante razonamiento lógico. Instrumentos de la razón que prueban la inobjetable verdad, fuera de la manipulación emocional y miedos infundados. Eso enseñamos en el aula, la claridad de mentes cartesianas.
Jamás olvidarán la interrogante crítica sobre aquellos ruidos semánticos de la realidad que buscaron no apartarse del sentido del descubrimiento. Justo, es allí donde entendemos que triunfa la academia.
Es alli donde conservamos esa satisfaccion incomparable que no podrán ya quitarnos. Aunque nos quiten cátedras y aunque nos proletarice el sistema en esquinas marginales de la sociedad; igual triunfamos en aquellos estudiantes quienes encontrarón en la lectura al igual que Newton, “subirse a hombros de gigantes para ver más lejos…”
El conocimiento es oro puro en el pensamiento más eficaz; y más, cuando se logra hacer radicar en la mente del estudiante la constancia y el entusiasmo por la vida. En aquellos que eliminaron minusvalías emocionales que prodiga este sistema que obliga a vivir alertas al tiempo y la circunstancia. Ideas que jamás los apartarán de reconocer que ese entusiasmo proviene de aquellos debates encedidos que hacen del pensamiento juvenil el ideal de un mundo mejor… aunque no exista.
Ese es justamente el ideal de Profesor, aquel que llena las anforas con la esperanza que su voz y su ejemplo mueve, promueve y conmueve con la ciencia y la conciencia aquellas formulas para encontrar en la dinámica empírica aprendizajes epistémicos que hacen de la verdad el conocimiento real para vivir el día de hoy y el mañana.
Aunque no repitan nuestro nombre, estaremos allí. No recordarán ni siquiera una clase, pero curiosamente seguirán un rumbo trazado al amparo de enseñanzas que serán sus mejores y más altos activos intagibles. Ideas y propuestas preparadas en esas noches de entrega, donde al igual que el sabio del espacio/tiempo, lo hicimos con la brújula para evitar que no se alterara el rumbo hacia el norte de la vida.
Mas temprano que tarde se abrirán las alamedas y esas alamedas solamente pueden entenderse cuando se abren al pensamiento entusiasta por avanzar en el día a dia con la mirada puesta en los avances tecnológicos, comercio, industria, educación, desarrollo humano y justicia. Porvenir que no se forja en el postre emocional de la motivación; sino en el trabajo constante, en Estados sociales comprometidos con la construccioón de canales de ascenso social.
Vaya mi reconocimiento a los Maestro y Maestras que dedican su más alto espiritú a esa lucha diaria de abrir y ofrecer el pensamiento a la niñez y la juventud en camino de hacer realidad aspiraciones de una sociedad democrática, con la convicción más alta de aspirar a un Estado comprometido con las libertades y derechos ciudadanos… en camino a ese sueño de un mundo mejor… aunque ese mundo solo exista en la utopia del profesor.
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