Éramos dioses y nos volvieron esclavos
Éramos hijos del Sol y nos consolaron con medallas de lata
Éramos poetas y nos pusieron a recitar oraciones pordioseras
Éramos felices y nos civilizaron
Quién refrescará la memoria de la tribu
Quién revivirá nuestros dioses 
Que la salvaje esperanza sea siempre tuya, querida alma inamansable.

Gonzalo Arango (1931-1976)

Debemos preguntarnos si lo ocurrido a nuestros hermanos el día 09 de diciembre del 2021, es parte de la gran división social estamental entre los de arriba,  los del medio y los de abajo, como se establece en los paisajes intelectuales, pero que en la realidad sólo existe un pequeño grupo situado muy arriba que cuenta con todas las posibilidades para el dominio del ser, sentir, pensar y actuar, mientras el resto de la población en los de muy debajo que viven bajo el umbral de pobreza o extrema pobreza.

Hoy en día la tendencia es crear una mayor desigualdad mundial, iniciando con la desigualdad familiar, pasando a una desigualdad comunitaria, posteriormente a una desigualdad municipal, departamental, nacional y creando una desigualdad menguante entre países, aprovechada por los grandes capitales a fin de instaurarse y tener mano de obra de supervivencia, creada por un sistema educativo decadente. 

En la escala global los estudios realizados demuestran que en casi todas las partes del mundo existe una creciente desigualdad, fundamentada en una educación que cosifica como ideal el desarrollo, proceso histórico organizado hipócritamente para volver a la humanidad consumista, y de esa forma mantener al dominado con la falsa idea de ser algún día dominante, mientras recrean constantemente nuevas formas de dominio para mantener su dictadura imperdurable.    

Siendo un espejismo las pseudo políticas de construcción de comunidades o sociedades sostenibles, de emprendimiento, de calidad o de protección a la vida, como plantea José de Souza: ¿Qué es más importante que la Vida? Nada, la vida es lo más importante y preciado que tiene el ser humano.  

Entonces debemos de responder a preguntas relevantes como: ¿conviene tener al pueblo acéfalo de la realidad ocurrida desde 1492 que justifica las desigualdades, la violencia, las injusticias, la explotación entre otras cosas? Que obliga a nuestros hermanos niños, niñas, jóvenes, señoritas y adultos, someterse a una carnicería humana para alcanzar un sueño incumplido e irreal, aprovechado por mercaderes que juegan con bienes hipotecados, tierras, hambre y pobreza. 

Es importante romper las ataduras que se dan a través de las condicionantes cotidianas de nuestro país, las cuales determinan el futuro de la niñez que nace día a día, confinados por su condición social, por el lugar geográfico y por la situación económica de sus padres. Debemos de considerar que el talento humano no empieza ni termina por la cantidad de dinero que se tenga, sino por la inteligencia natural, emocional y sentimiento del Ser Humano.