La Educación es uno de los fines más preciados de la humanidad, debe inspirar principios de libertad y ahondar en los ideales de solidaridad humana, su compromiso debe ser velar por los derechos y deberos de los ciudadanos, la familia y especialmente por la comunidad. Es trascendental que influya en el respeto, la dignidad, el fortalecimiento de la unidad nacional, pero sobre todo se eficaz en el desarrollo integral del estudiantado, preparándole para utilizar las posibilidades y vencer las dificultades, influyendo en la conservación, respeto y práctica de los valores culturales de los pueblos que coexisten en Guatemala.
No debemos de olvidar y poner mucha atención en los fines éticos, sociales y humanistas, así como condenar cualquier tratamiento desigual por racismo, discriminación, exclusión e inequidad. Se han escrito infinidad de libros, artículos, tesis, ensayos sobre la importancia de la educación con un superávit de publicidad de los logros, alcances e inversiones realizadas por las instancias gubernamentales y no gubernamentales, pero un crónico déficit de los problemas reales, de la otra cara, de lo denominado la educación invisible.
Cuando la educación es truncada, por la deserción, la repitencia, el abandono escolar entonces se inicia un conflicto social. Existen varios factores que influyen en dichos fenómenos, teniendo mayor influencia en esta época, como en las pasadas el económico, esto afecta al estudiantado desde la Preprimaria hasta los Posgrados. Millones de personas sufren el embate de la pobreza, que les impide poder continuar con su formación académica y por mucho deseo que les atañe deben separarse de algo que siempre han aspirado, acceso a la educación. Una sociedad injusta que tiene un grupo reducido que no comparte la riqueza ni la felicidad que posee ante el 90 o 100 por ciento de sus miembros.
El Sistema Educativo Nacional público y privado, no han podido, ni en realidad se lo ha propuesto, crear una educación con soluciones más justas, para las aspiraciones del estudiantado, lo único que vemos son soluciones limitadas, las cuales solo toleran la injusticia social. Una educción libresca que solo da paso a quienes tienen posibilidades y destruye a los más desposeídos.
Estoy convencido que es un enfoque Darwinista, de que toda sociedad humana es una jungla, en donde sobreviven social y económicamente los más fuertes y los más hábiles, y de que toda sociedad humana se comporta como la naturaleza en materia de selección y supervivencia. Es la imposición de leyes biológicas de la naturaleza impuestas como leyes ético-morales
La educación está formando un ser gregario, pesimista y débil, pensando que su vida es tan patética y segmentada, llegando al convencimiento que no tienen respuestas para muchos de los problemas que los aquejan, y han llegado a convencerles que esto posiblemente no cambiara que son asuntos inacabados y tendrán que pasaran el resto de su vida desposeídos de derechos y de oportunidades.
Debemos plantearnos una gran utopía, bocetando una “Gran Educación” para todos, en donde no existan injusticias, ignorancia, insolidaridad, envidia, odio, racismo, discriminación y exclusión. Una esperanza para el estudiantado desposeído a quienes se les ha robado el sueño de tener un desarrollo integral a través de la educación.
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