Desde que dio inicio la contingencia sanitaria en el país, los guatemaltecos hemos sido víctimas del fugaz y mágico desaparecimiento del presupuesto destinado para la compra de las vacunas contra el COVID-19 que por inexperiencia, ineptitud y corrupción del gobierno, o los timaron en esa fraudulenta negociación o ellos nos timaron a los gobernados, pero lo cierto es que vacunas compradas con esos fondos, no hay. Si le sumamos a ello, la inefectiva y desordenada planificación que ha elaborado el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social -MSPAS- para inocular a los más de 18 millones de ciudadanos guatemaltecos que hemos tenido que esperar a que nunca nos llegue el mensaje de confirmación para asistir a determinado centro a recibir la primera o segunda dosis de la inmunización contra el mortal virus que hasta el momento ha cobrado 219 millones de vidas humanas alrededor del mundo y en Guatemala asciende a 12,468 según la Organización Mundial de la Salud -OMS-.
El -MSPAS- ha desplegado a personal de salud en los departamentos del país para que en los puestos de vacunación destinados se atienda a la población y reciban las dosis de vacunas contra el COVID-19 donadas por Estados Unidos, México, España, Israel, y el pequeño lote que el gobierno ha comprado a Rusia con el apoyo de personal del Ministerio de la Defensa destinando personal de las reservas militares y de sus engrosadas filas de efectivos uniformados, lo que nos ha sorprendido en los últimos días en las redes sociales es que el Presidente de la República ha estado en algunos centros de vacunación de la ciudad capital con bata blanca y jeringa en mano para disponerse a poner la inoculación a la población asistente. Según datos propios del mandatario ha puesto 300 dosis diarias, lo cual se traduce en populismo de parte de él, porque si recordamos que su función constitucional no es participar en jornadas de vacunación sino la gestión eficaz, la compra y la disposición de la vacuna contra el SARS-COV-2. El salario del mandatario se distribuye así: Q33,588 de sueldo base, Q115, 0000 de gastos de representación y Q250 de bonificación, ¿será que a los guatemaltecos nos representa algún beneficio pagar ese elevado sueldo para que un presidente de la república esté vacunando a la par de un enfermero que recibe el salario mínimo?, considero que existe una disparidad abismal para dos ciudadanos con las mismas capacidades pero en desigualdad de salarios y sobre todo tomando en cuenta que hace esta actividad para desviar la atención de los asuntos verdaderamente importantes que están sucediendo en el país y que él ha provocado por su oscura y nefasta administración, por mencionar que en 3 días de un estado de calamidad que contra viento y marea quiso implementar nuevamente en el territorio nacional, pero que no pudo lograr consenso en el Congreso de la República, porque no les llegaron al precio con las negociaciones a las bancadas de oposición o porque la presión del pueblo ha sido muy fuerte y se ve reflejado en el rechazo al decreto que pretendía darle vida a ese cheque en blanco que representaba para el gobierno seguir comprando y gastando el erario público en ropa, zapatos, publicidad inexistente, viajes varios, vehículos y comiendo rico a costillas del sangrado guatemalteco de a pie que nuevamente votó y le apostó a un político que mediante la demagogia llegó a ocupar la silla a Casa Presidencial y que cuando se le exigen cuentas responde «ese sí es el maldito problema de ellos» refiriéndose a quienes no han apoyado la imposición de su carta libre para seguir disponiendo del dinero del pueblo como mejor le convenga en detrimento de la ciudadanía.
¿Será acaso que el ayuno intermitente que dice el mandatario que ha estado haciendo para bajar de peso le ha alterado tanto que la sensatez y la prudencia, que en algún momento de su mandato quizá ha tenido, le ha nublado la razón?, o quizá no es el ayuno la causa de su mal humor, y de esa forma déspota de tratar a los medios de comunicación cuando se le aborda por información de la cual todos tenemos derecho a pedir, a tener y a que se nos explique de forma puntual el manejo de los fondos para combatir esta pandemia que a todos nos ha afectado de formas diversas. La economía de nuestro país se ha afectado desde marzo 2020, las familias han perdido sus empleos y muchos jóvenes han tenido que dejar de estudiar porque es necesario que generen ingresos para que sean cubiertas las necesidades de sus seres queridos que, a pesar de la crisis, no esperan y mes a mes hay que pagar.
Presidente Giammattei, es momento que deje de jugar al enfermero y se ponga la camisa para la cual fue contratado desde el 14 de enero de 2020 y actúe con amor al azul y blanco respondiendo al juramento que hizo en transmisión nacional en el Teatro Miguel Ángel Asturias en compañía de sus 3 hijos al pueblo chapín con el discurso en el que prometía oportunidades para todos, cobertura social y empleo que permitiera más y mejores condiciones de vida. La campaña ya pasó, usted ya ganó, entonces haga que ganemos todos y no nos siga defraudando con esas decisiones arrebatadas y arbitrarias que más pareciera las ha tomado al calor de las copas y no en reuniones de gabinete con un equipo de ministros expertos en cada cartera para la cual fueron contratados en pro de los compatriotas de la amada tierra del quetzal.
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