Funcionarios salvadoreños reconocen que la política migratoria del nuevo gobierno de Estados Unidos, dirigido por el presidente Joe Biden, es «sensata y solidaria», al tiempo que admitieron que aquellos que quieran quedarse en suelo estadounidense deberán cumplir ciertos requisitos.
El presidente del Congreso unicameral de El Salvador, Mario Ponce, expuso que las disposiciones del nuevo presidente de EE.UU. constituyen una señal de sensatez, para dejar atrás los exabruptos que tuvo la gestión del exmandatario Donald Trump.
“Hoy llega un gobierno sensato, un gobierno que tiene tres grandes acciones y ustedes lo van a poder ver. El presidente Joe Biden va a cargar todas las acciones en su gobierno bajo tres cosas fundamentales: el respeto a los derechos humanos, el respeto a la institucionalidad y el respeto a los derechos laborales, esas son como las tres grandes acciones que el presidente Joe Biden va a impulsar en América Latina», dijo Ponce.
Por su parte, el exvicecanciller de El Salvador, Eduardo Cálix, consideró que la revisión y ajuste de políticas migratorias para avanzar en una reforma integral tiene, de parte de la administración Biden, un componente de humanidad y solidaridad.
Pero aclaró que “no es una carta o un cheque en blanco que se está dando, no quiere decir que, a partir de ahora, todo el que llegue a Estados Unidos va a tener una residencia legal, no”.
Cálix remarcó que los cambios en la política migratoria no constituyen un “cheque en blanco” y que quienes apliquen a los beneficios deberán cumplir ciertos requisitos.
El Salvador espera la designación de un embajador que sustituya a Ronald Johnson, quien finalizó su gestión el pasado 20 de enero. Antes de partir, Johnson recibió dos importantes condecoraciones de parte del gobierno salvadoreño.
Con información de Nery Mabel Reyes / Voz de América
