La adrenalina, también conocida como epinefrina, es una hormona que produce el organismo de forma natural a través de las glándulas suprarrenales, localizadas encima de los riñones. En situaciones de estrés, alarma, miedo, peligro o incluso excitación, el organismo libera esta sustancia para poder enfrentarse a situaciones de riesgo.
La ciencia médica nos dice que, de forma natural, la liberación de adrenalina influye de manera positiva en el bienestar del organismo, por eso hay muchas personas a las que les gusta ver películas de miedo, practicar actividades de riesgo o disfrutan de la prác- tica de acciones peligrosas o deportes extremos. A este listado yo le agregaría a quienes les gusta hacer política, diferenciando entres aquellos que hacen daño de los otros quienes sirven a sus sociedades.
Hacer política en cualquier país del mundo requiere de mucha dosis de adrenalina reflejada por todo tipo de acciones que van desde el insulto, confrontación, mentadas a la madre, etc., a la que estamos acostumbrados, dejando a las sociedades más decepcionados y confundidos.
Sin embargo, para reducir la pobreza, la inequidad, la desigualdad económica y social, y fortalecer la democracia y el desarrollo económico, deben de presentarse propuestas concretas y los políticos están obligados de explicar el cómo y el cuándo.
América Latina necesita de liderazgos que lejos de crear divisiones y confrontaciones, puedan llevar a sus sociedades a cambios significativos y trascendentales. Si bien es cierto que la pandemia tiene en jaque a los gobiernos ante las respuestas tardías en la mayoría de sus países para evitar fallecidos y crisis familiares, hay otros temas que, si no se ven oportunamente, seguiremos estando en las actuales o peores condiciones.
Un rápido listado de esos temas son: Calentamiento Global y Gestión Ambiental; Ciencia, Tecnología e Innovación; Democracia; Derechos Humanos; Desarrollo Agrario y Rural; Desarrollo Económico; Desarrollo Social; Descentralización; Empleo, Digno y Productivo; Infraestructura Productiva; Interculturalidad e Inclusión. Justicia; Salud Integral; Juventud: Micro, Pequeñas y Medianas Empresas; Mujer; Probidad, Transparencia y Lucha contra la Corrupción; Integración Internacional; Seguridad; Diversidad Sexual; Educación de Calidad; y, Protección a las Poblaciones Vulnerables.
La democracia exige participación compartida entre gobernantes y gobernados, por eso es trascendental el involucramiento de diversos actores sociales como las universidades, organizaciones no gubernamentales, medios de comunicación, iglesias, etc. y otras que representen a todos los conglomerados sociales y políticos, como única forma de devolver esperanza a la ciudadanía en que todavía hay opciones transparentes, diligentes y sensibles que pue- den generar adrenalina de la buena para construir una nueva ciudadanía, ni mejor, ni peor; sino, simplemente diferente a las actuales.
Hasta la próxima semana.
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