Cada día, cerca de dos mil millones de mujeres y niñas trabajan un total de 12.500 millones de horas sin recibir salario. Los 2153 multimillonarios que hay en el mundo poseen más riqueza que el 60% de la población mundial. Solo el 4% de la tributación mundial proviene de los impuestos a las grandes fortunas
Según OXFAM, ONG especializada en la lucha contra la pobreza, el sistema económico actual favorece a una ínfima minoría de hombres en detrimento de una inmensa minoría, con los pobres y las mujeres en primera línea. Y la voluntad política de exonerar de su obligación impositiva a los multimillonarios ha llevado la evasión fiscal a un 30%.
En entrevista con RFI, Alex Prats, responsable de desigualdad de OXFAM en España explica las falencias del actual “sistema económico que ha alcanzado niveles de injusticia y desigualdad indecentes”, según consta en el último informe de Oxfam titulado “Tiempo para el Cuidado”.
“Esta desigualdad extrema sigue fuera de control y la riqueza y el poder político siguen cada vez más concentrados en el 1% de la población, que está mayoritariamente compuesto por hombres”, afirma Prats.
Y continua: “Es un sistema que está sostenido sobre 12.500 millones de horas de trabajo no remunerado que realizan diariamente mujeres y niñas en el mundo. Esta cifra equivale a dos mil millones de personas trabajando jornada completa sin recibir salario. Y esas horas equivalen a 10,8 billones de dólares que es el triple del consumo mundial de tecnología”, sostiene el experto de Oxfam.
RFI: Ustedes denuncian el sexismo del sistema económico mundial, los hombres detentan 50% más de riqueza que las mujeres, señala el informe. Pero Oxfam también se refiere a las medidas de diferentes gobiernos tendientes a disminuir los impuestos de los multimillonarios quienes, en su mayoría, deben su riqueza a herencias, a monopolios o al nepotismo.
Alex Prats: Exactamente. Una de las causas que han generado una enorme brecha de desigualdad es la existencia de políticas tributarias injustas. Es de sentido común: los que más ganan deberían pagar más impuestos. Pero eso no sucede en muchos países.
Millonarios como Bill Gates o WarrenBuffett piensan que deberían pagar más impuestos de los que están pagando. El señor Buffet, por ejemplo, explica que su asistenta personal paga más impuestos que él.
De todos los recursos fiscales que se generan en el mundo, tan solo el 4% procede de los ingresos a la riqueza.
RFI: Esta situación se ha agravado en Francia desde la reforma fiscal del 2017 que claramente privilegia los intereses de los más ricos en detrimento de los más pobres. ¿En qué otros países, medidas fiscales de este corte han profundizado la brecha entre ricos y pobres?
Alex Prats: En Muchos. Solo para citar algunos ejemplos: las reformas de Trump en Estados Unidos y las de Bolsonaro en Brasil han ido en la dirección de generar privilegios a las personas que más tienen y menos lo necesitan a costa de los derechos del resto de la población.
RFI: La crisis por la desigualdad ha generado también una crisis socialen el planeta. Movimientos ciudadanos que se rebelan contra este modelo. En Francia los “Chalecos Amarillos” y la protesta actual contra la reforma de las pensiones. También lo vemos en Chile, en Ecuador, en Líbano, en Irak, en Argelia…
Alex Prats: Estamos viendo millones de personas que trabajan y reciben salarios que no les permiten cubrir sus necesidades básicas. La economía es como un pastel y una parte cada vez más grande va a las manos de las personas que manejan el capital y una parte, cada vez más pequeña, va a las mayorías que son las personas trabajadoras. Así que no nos pueden sorprender estas revueltas que vemos en diversos lugares del mundo.
RFI: Como es ya tradición, el informe de Oxfam aparece la víspera de la apertura del Foro Económico de Davos, verdadero símbolo de este sistema económico acaparado por una minoría privilegiada. Qué mensaje le envía Oxfam a los poderosos reunidos en los Alpes suizos?
Alex Prats: Que el sistema actual es un sistema fallido e insostenible porque genera una distribución inequitativa de la riqueza y está violando de manera importante a los derechos humanos y poniendo en riesgo los límites del sistema mismo. Que dejen de poner en el centro de ese sistema la búsqueda de beneficio y la acumulación de capital y pongan en el centro el cuidado de la vida y la sostenibilidad. Eso pasa por reconocer el trabajo de cuidados no remunerado que realizan mujeres en todo el mundo y fomentar la corresponsabilidad entre el Estado, las empresas y familias para que dicho trabajo sea reducido y redistribuido de manera justa.
Con información de Angélica Pérez / Radio Francia Internacional
