El presidente Daniel pasó por alto la actual crisis sanitaria, política y migratoria que atraviesa Nicaragua, durante un discurso el jueves en ocasión del 40 aniversario de la fundación de la Fuerza Naval del Ejército de la nación centroamericana.
Ortega dedicó más de 40 minutos a hablar sobre la historia de la Fuerza Naval, sin mencionar la advertencia de organismos como la Fundación Nicaragüenses para el Desarrollo Económico y Social sobre un segundo brote de COVID- 19 que podría dejar, según alertan, a más de 15.000 ciudadanos infectados.
“La Fuerza Naval, aquí en la zona del Pacífico, combate el narcotráfico y el crimen organizado, y también en el Caribe y el Pacífico protege los recursos naturales, porque sabemos que hay actos de ilegalidad de empresas que penetran sin permiso”, dijo Ortega.
El tema no tiene mayor interés para la sociedad nicaragüense en estos momentos, según revelan recientes encuestas que señalan el avance de la pandemia del nuevo coronavirus como primera preocupación de los ciudadanos.
La última aparición pública de Ortega fue el pasado 20 de julio, en el 41 Aniversario del Ejército de Nicaragua. En esa ocasión, también evitó referirse a los serios problemas que afectan al país y a su gobierno.
En un reciente artículo de opinión, publicado por Confidencial, la investigadora Melba Castillo explica que lo más importante sobre los discursos del presidente no es lo que dice, sino lo que calla.
“En definitiva, no hay nada que justifique su presencia en el gobierno. Su antigua alianza con el sector empresarial que tan valiosos réditos políticos y financieros dejó a ambas partes ya forma parte del pasado. No puede señalarla como acción de futuro”, dice la investigadora.
Castillo añadió que “los megaproyectos que nunca se realizaron, pero en los que mucha gente creyó porque ahora sí se cambiaría la matriz productiva del país ya no se mencionan”.
“No hay cooperación internacional y tampoco a quien pedirle prestado. Esa fuente, que siempre fue una alternativa de recursos para el régimen hoy está cerrada. No tienen nada que ofrecer y ese es su verdadero problema”.
El analista político Bosco Matamoros dijo a la Voz de América que las palabras de Ortega dejan un vacío en la población, que espera un mensaje contundente ante la realidad que enfrenta el país.
“El problema que está aplastando a los nicaragüenses es la crisis sanitaria. El problema que está aplastando a los nicaragüenses es la crisis económica. El problema que está aplastando al país es la falta de credibilidad en el proceso político. Nicaragua es un país que está anclado y maniatado sin ir hacia ninguna parte”, indicó Matamoros.
“Tampoco escuchamos respuestas a los señalamientos de la Organización Panamericana de la Salud sobre el manejo de la pandemia. Nicaragua está en un limbo y por eso aquí no vienen fondos, ni ayuda internacional”, afirmó.
Según el analista, Ortega también perdió la oportunidad de presentar en el escenario nacional los pasos que está dispuesto a seguir el gobierno en el campo de las reformas electorales, una demanda que se exige a lo interno y lo externo del país, en camino a las elecciones presidenciales el próximo año.
Con información de Daliana Ocaña / La Voz de América
