Papa León XIV canoniza a Pier Giorgio Frassati y a Carlos Acutis

Sep 7, 2025 | Actualidad, Internacionales, Portada, Religión | 0 Comentarios

Por Herberth Tax |

Este domingo un rayo de esperanza y entusiasmo juvenil iluminó la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, llena de fieles y familias devotas, durante la solemne ceremonia de canonización de dos jóvenes extraordinarios: Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis. En un tono cercano, el Papa León XIV inició la celebración con palabras improvisadas que conjugaron el fervor de la liturgia y la alegría de la fraternidad cristiana.

«¡Buenos días a todos! ¡Feliz domingo y bienvenidos!… hoy es un día de gran alegría para toda Italia, para toda la Iglesia y para todo el mundo», expresó el pontífice , agradeciendo a los jóvenes y peregrinos llegados desde distintos países y anunciando su deseo de saludarlos después de la misa.

En la homilía, el Papa navegó por las lecturas del XXIII Domingo del Tiempo Ordinario. Citó la pregunta del Libro de la Sabiduría: “«¿Qué debo hacer para que nada se pierda?», vinculándola con las vidas jóvenes y luminosas de los nuevos santos. Jesús recuerda que quien no «renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo» (Lucas capítulo 14 versículos del 27 al 33); el Papa lo relacionó con la entrega radical de Frassati y Acutis.

Dos vidas juveniles, una sola dirección hacia Dios

Frassati, joven dominico y laico comprometido, irradiaba alegría y generosidad. Recorrió Turín llevando donaciones en carritos, ganándose el apodo de «Frassati Impresa Trasporti».

Acutis, un adolescente del siglo XXI, encontró a Jesús en su familia, en la escuela y, especialmente, en los sacramentos parroquiales. Su día a día combinó oración, estudios y caridad.

Dejó frases emblemáticas como: «Cuando nos ponemos ante Jesús en la Eucaristía, nos convertimos en santos» y «La tristeza es dirigir la mirada hacia uno mismo; la felicidad es dirigir la mirada hacia Dios».

Ambos jóvenes se mostraron como una invitación clara: «No malgastes la vida, haz de ella una obra maestra… ‘No yo, sino Dios’, decía Carlo; y Pier Giorgio: ‘Si tienes a Dios como centro de todas tus acciones, entonces llegarás hasta el final’».

Llamado a una santidad accesible y comprometida

El mensaje del Papa fue contundente: la santidad no es un ideal remoto, sino posible hoy. Ambos jóvenes vivieron su fe con gestos cotidianos: misa diaria, adoración eucarística, confesión frecuente, pequeñas acciones de caridad. Aunque sus vidas fueron truncadas por la enfermedad, permanecieron en paz, bendiciendo y confiando en el cielo que los esperaba.

«El mayor riesgo de la vida es desperdiciarla fuera del plan de Dios», dijo el Papa, invitando con entusiasmo a emprender la aventura de la fe con audacia y entrega total.

Fuente: Exaudi en Español

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