Por Fernando Castellanos |
El Ojo que todo lo ve, también conocido como el Ojo de la Providencia, es uno de los símbolos más poderosos y enigmáticos de la historia humana. Representa la vigilancia divina, la sabiduría suprema y la presencia constante de lo trascendente.
Orígenes antiguos
Egipto: Uno de los antecedentes más antiguos es el Ojo de Horus (Udjat), que representaba protección, salud, poder y vigilancia celestial.
Hinduismo: La representación del tercer ojo simboliza la iluminación y la percepción espiritual más allá de lo visible.
Origen moderno del Ojo que todo lo ve
En el siglo XVII, el símbolo fue adoptado por la tradición cristiana, especialmente, en el arte renacentista, como símbolo de Dios vigilando al mundo.
Suele colocarse dentro de un triángulo, representando la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo), con rayos de luz emanando como símbolo de gloria divina.
Uso en la masonería y los Estados Unidos
La masonería lo adopta como símbolo del Gran Arquitecto del Universo, representando vigilancia, conocimiento y verdad.
En 1782, el Ojo de la Providencia fue incluido en el Gran Sello de los Estados Unidos, visible en el billete de un dólar, como símbolo de la protección divina sobre la nación.
Simbolismo profundo
Representa la idea de que nada escapa al ojo de Dios o de la conciencia suprema.
También ha sido adoptado en la cultura popular como emblema del despertar espiritual o del poder oculto.
➡️ El Ojo que todo lo ve no es de carne ni de sombra, sino de luz y conciencia: observa lo que los ojos humanos olvidan.












