Por Moisés Cottom |
El 12 de febrero de 1984, en París, Francia, falleció el escritor argentino, Julio Florencio Cortázar, considerado uno de los autores más innovadores de su época, maestro del cuento, la prosa poética y la narración breve.
Nacido en Ixelles, Bélgica, el 26 de agosto de 1914, a muy temprana edad Cortázar se trasladó con su familia al sur del Gran Buenos Aires, Argentina. Lector y escritor precoz, a los 9 años de edad ya estaba familiarizado con la obra de grandes autores como Julio Verne, Víctor Hugo y Edgar Allan Poe, y había escrito cuentos, sonetos e incluso una pequeña novela.
Se formó como profesor en letras en la Escuela Normal de Profesores Mariano Acosta y luego comenzó a estudiar filosofía en la Universidad de Buenos Aires, abandonando al cabo de un año. Posteriormente, consiguió el título de traductor público de inglés y francés.
Una de sus novelas más importantes es Rayuela, escrita mientras residía en París y publicada en España en 1963. Considerada una de las primeras obras surrealistas de la literatura argentina, tiene diversas maneras de ser leída y múltiples finales.
De sus obras de narrativa también se destacan Historia de cronopios y de famas (1962), 62 modelo para armar (1968), y los libros de cuentos Bestiario (1951) y Final del juego (1956).
Si bien se lo conoce principalmente por sus cuentos y novelas, su prolífica producción también incluye obras de poesía, teatro y crítica.