Con papel, cartón, latas, vidrios, plásticos y textiles, un grupo de siete diseñadores de moda, produjeron 48 trajes con los que buscan crear conciencia ambiental en Bogotá, que produce a diario más de 7.000 toneladas de residuos aprovechables que terminan en los vertederos sin reutilizar.
La iniciativa de crear estas 48 piezas icónicas que se encuentran ahora en una exposición en el Museo de Trajes de la Universidad de América en Bogotá, tiene como objetivo crear una conciencia ecológica a través del concepto de reducir, reutilizar y reciclar, pues en la capital colombiana, según los últimos datos recopilados por las autoridades ambientales, solo en 2021, se dispusieron más de 147.000 toneladas de textiles en los basureros.
“El reto era diseñar a partir de elementos que no están acostumbrados tener, bolsas plásticas, cobijas en desuso, elementos de cigarrillos, jeans y otros materiales, a partir de ahí se coleccionan estas piezas para que puedan ser de amplia visibilidad para la ciudadanía”, dijo a la Voz de América, María Alexandra Fuentes, de la unidad de patrimonio del Museo de Trajes de la Universidad de América.
La industria textil es la segunda más contaminante del mundo, de acuerdo con datos oficiales de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés), que revela que, cada año, este sector produce más emisiones de carbono que todos los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.
En ese sentido, Bogotá busca generar un impacto significativo en la ciudad en la reutilización no solo de los residuos textiles sino de todos sus desperdicios en general, ya que, solo se aprovechan entre el 14 % y 15 % de los 7.000 desechos que genera al día, según datos del Ministerio de Ambiente de Colombia.
“La moda debe y puede ser una industria sostenible que en vez de provocar mayores desperdicios debe promover el uso de materiales que, manejados de forma responsable y creativa, le puedan dar un alivio al uso frenético de materiales contaminantes”, dijo Pilar Luna, portavoz de Código Malva, una empresa dedicada al mercado de la moda.
Los diseñadores decidieron aprovechar cada uno de estos materiales para darle nuevos usos y un valor artístico y estético, promoviendo así la economía circular, es decir, una economía que promueve la reutilización, reparación y renovación de materias y productos.
“Tenemos distintas piezas construidas por estudiantes, pero también por diseñadores de renombre de la ciudad, de la región y del país en conjunto con la población recicladora de oficio. Con un mensaje que es muy importante para todos y es que resignifiquemos nuestra relación con los residuos aprovechables, que nos demos cuenta de que la basura no existe, que lo que tenemos son distintos materiales con los que podemos trabajar e incluso construir piezas artísticas y de diseño”, comentó Felipe Calero, subsecretario de Cultura de Bogotá.
La producción masiva de ropa lleva a que decenas de millones de prendas de vestir queden en la obsolescencia, provocando que millones de estas lleguen a los vertederos, por eso la creatividad de estos diseñadores va un paso más allá. La estrategia, llamada “Que la basura no se vuelva paisaje”, ahora involucra a recicladores de la ciudad que trabajan en la recolección de estos y otros materiales para que no terminen en las escombreras.
“No solamente se trata de crear nuevas prendas a partir de residuos textiles, sino proponer nuevas formas de reciclaje a través de nuevos productos y emprendimientos en este compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente”, concluyó Pilar Muñoz, directora de la unidad de patrimonio de la Universidad de América.
Este proyecto busca motivar a ciudadanos, comercios e industrias para que se comprometan en el aprovechamiento de las basuras que generan, y hacer una gestión responsable de los residuos que se producen.
Información Liz Castrellón y Camilo Álvarez / Voz de América / Fotografía Secretaría de Cultura de Bogotá