No lleva víveres ni enseres. Cargado de noticias, un camión recorre zonas rurales de Venezuela, en un intento por vencer el bloqueo informativo y la censura que reina en los medios de este país, como reconocen organismos de monitoreo de la labor de la prensa y los propios venezolanos.
Le llaman Ari Móvil y se trata de una iniciativa que impulsan los medios de comunicación digitales El Pitazo, Tal Cual y Runrunes. A bordo del camión, periodistas informan del acontecer del país “directo a las comunidades”.
La alianza nació en agosto de 2023 como respuesta al bloqueo “frecuente” al que son sometidos sus portales por su línea crítica al gobierno de Nicolás Maduro.
Es sábado por la mañana…
Luego de una hora de recorrido, el camión se detiene en Turgua, Miranda, una población montañosa y rural de unos 10.000 habitantes. En el lugar se desarrolla una jornada gratuita de salud de la alcaldía.
“A nuestra llegada siempre leemos un noticiero para toda la audiencia, que son nuestras primeras páginas”, dice desde una improvisada cabina de radio en la parte trasera del camión la periodista y coordinadora del proyecto Yaya Andueza.
Esta forma de informar surgió en un contexto en el que a medios como El Pitazo, por ejemplo, no se puede acceder dentro de Venezuela a menos que se haga a través de una VPN, mientras que otros medios independientes han sido bloqueados temporalmente.
Desde el 2002 el gobierno han cerrado 283 emisoras de radio y 8 en lo que va de 2024, de acuerdo con datos de la organización Espacio Público.
Noticias a viva voz
Y comienza la lectura: “El fiscal de Chile (…) confirmó la noche del viernes (…) que el cadáver encontrado corresponde al exmilitar venezolano Ronald Ojeda, secuestrado el pasado 21 de febrero por individuos disfrazados de policías chilenos”.
No solo narran noticias nacionales e internacionales, los periodistas de Ari Móvil levantan igualmente información sobre la zona que visitan.
Venezuela está en el sótano de acuerdo con la posición que tiene en los índices internacionales de libertad de prensa. Reporteros Sin Fronteras (RSF) ubica al país en el lugar 159 de 180 en su índice sobre libertad de prensa. Está justo debajo de Nicaragua o países como Afganistán, Pakistán o Libia.
Al menos 7 millones de venezolanos, es decir, el 21 % de la población, “viven en desiertos de noticias”, como se le conoce a las zonas donde el acceso a la información local es insuficiente, de acuerdo con dl Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela).
“Ari Móvil está llamado a cubrir parte de los desiertos informativos que hay en nuestra ciudad capital, en un principio», explica Andueza a la VOA, durante una pausa en su noticiero en Turgua, un sitio que enfrenta constantes problemas de servicios públicos, incluido el internet.
“El internet es muy difícil, porque tiene sus lugares donde no hay, como en mi casa, no hay internet, no hay señal en mi casa”, dijo Claudia Pacheco, vecina del sector, que participa en la jornada gratuita.
Y aunque Claudia dice que el principal medio que tiene para informarse es la televisión por señal abierta, asegura que “como tal, no (transmiten) todo” lo que ocurre.
“Hay unos noticieros que son muy mentirosos, no pasan la verdad”, opina por su parte Kelyncer Pachecho, mientras sostiene una hoja impresa con noticias que le entregó previamente el equipo de Ari Móvil.
Restricciones
De 19 canales de televisión con alcance nacional, ocho pertenecen al sector público, que con frecuencia divulgan la versión del gobierno, de acuerdo con datos de 2023 divulgados por la oenegé Espacio Público. En el resto de los canales, la censura y autocensura redujo de manera significativa los espacios informativos.
Medios críticos con la labor del gobierno han perdido espacios en los 25 años de la Revolución Bolivariana, como se conoce al proyecto socialista liderado primero por el fallecido expresidente Hugo Chávez (1999-2013) y que ha continuado su sucesor, Nicolás Maduro.
“En Venezuela existen más de 50 leyes, entre decretos y decretos leyes, que restringen, criminalizan y bloquean el ejercicio del periodismo libre en Venezuela, el del periodismo independiente”, resalta Andueza.
La ley de medios vigente desde 2004 mantiene de hecho un régimen de sanciones bastante amplio, que va desde multas hasta la revocatoria de permisos de transmisión, y ha llevado a las empresas mediáticas a evaluar cada palabra que imprimen o sacan al aire.
A comienzos de marzo, la cadena alemana Deustsche Welle (DW) se sumó a la lista de decenas de medios nacionales e internacionales «censurados por el gobierno venezolano en los últimos diez años”, según la página web de RSF.
DW publicó un reportaje sobre corrupción que acusa a «políticos de alto rango» en Venezuela de estar involucrados en narcotráfico, minería ilegal y extorsión. En reacción, Maduro acusó al medio de participar en «una campaña» mediática contra Venezuela, una narrativa oficial usada con frecuencia contra la prensa internacional.
Por ahora, los impulsores de Ari Móvil siguen ideando formas para ampliar su labor.
“El desafío va a seguir siendo proveer a las comunidades mucha más información de la que en efecto llevamos, el desafío va a ser cómo el Ari Móvil visita esas comunidades diariamente o por lo menos una vez a la semana, proveerle también a las comunidades el mecanismo a través del puedan seguir haciendo sus denuncias”, concluyó Andueza.
Información y fotografía Nicole Kolster / Voz de América