Por Luis Hernández |
Este jueves, en los principales cines de Guatemala, se estrena la película «Miculax, el regreso del Diablo», la cual brinda un recuento de los asesinatos y violaciones a niños en el país, durante la década de los 40.
La cinta, dirigida por el cineasta guatemalteco, Luis Garistú, da a conocer todos los hechos cometidos por José María Miculax, el primer asesino serial en el país, y también motiva a las nuevas generaciones a conocer la historia.
¿Quién era Miculax?
Guatemala, en 1946, fue sorprendida por el cruel asesinato de un niño originario de San Pedro Sacatepéquez, quien había llegado a la capital para vender leña. Este fue el primer crimen de Miculax Bux, en ese entonces de 21 años.
Miculax, quien fue fusilado, era catalogado como el primer asesino serial guatemalteco y su perfil indica que tenía trastornos psicológicos.
José María, quien cometía los hechos junto a su primo, Mariano Macu Miculax, narró a las autoridades que disfrutaba las relaciones sexuales con los niños y luego asesinarlos.
Temor en la población
La crueldad de los crímenes causó temor en la población, en la década de los 40. Según las autoridades guatemaltecas, Miculax cometió al menos 15 asesinatos. El primer crimen fue el 22 de febrero de 1945 y la víctima era un niño quien caminaba, junto a dos mulas, por El Naranjo.
El 23 de febrero, un día después de la desaparición del niño, el cadáver fue hallado sin pantalón, hincado en la arena y contra un paredón, con los brazos amarrados y con una cuerda en el cuello, según indica un informe de la Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos de Centroamérica.
Tres meses después del crimen, las autoridades arrestaron a Miculax, originario de Patizcía, Chimaltenango, quien confesó los crímenes y detalló los lugares donde estaban los cadáveres.
Expertos en criminalística indican que Miculax y su primo ubicaban a las víctimas cerca de barrancos, los convencían que les darían conejos y luego les colocaban lazos o cables en el cuello, les bajaban el pantalón, los violaban y luego los asesinaban.
Las víctimas, entre muertos y sobrevivientes, eran originarios de Guatemala, Mixco, Santa Catarina Pinula, Antigua Guatemala y San Pedro Sacatepéquez.
Indignación
La presión social e indignación por el asesinato de los niños provocó que el presidente de ese entonces, Juan José Arévalo, decretara que al capturar al responsable se hiciera un juicio rápido y recibir una pena.
El 17 de julio de 1946, Miculax salió desde la ahora Torre de Tribunales de la ciudad de Guatemala, y caminó por última vez en la 19 calle, zona 1. Su última petición fue portar un tacuche, un sombrero, una corbata y dos octavos. Luego fue fusilado.
Expertos en Psicología querían evaluar la cabeza de Miculax, por ello, luego del fusilamiento lo decapitaron. Querían establecer si había rasgos en su cerebro de comportamientos de un psicópata.
La cabeza permanecía en el Paraninfo Universitario, pero ahora no hay registros de su ubicación. El gobierno decidió no colocarle una lápida al lugar donde se enterró para evitar que hicieran ritos.
Con información de Soy502, Asociación para el Fomento de los Estudios Históricos de Centroamérica, elPeriódico y Prensa Libre