Con información de Ruben Jocol.
Quetzaltenango. Personal del Cementerio General de la ciudad ha tenido toda una experiencia de vida en los meses recientes debido a la pandemia del Coronavirus COVID-19. En los primeros meses tras la llegada del virus tenían que resguardar el camposanto, luego eran citados en horas de la madrugada para realizar inhumaciones de pacientes que morían en los diferentes hospitales y tuvieron que aprender a trabajar con el protocolo sanitario para evitar contagiarse del virus.
Después de seis meses de mantener la misma rutina, el personal fue citado recientemente pero ahora para realizar trabajos de limpieza. Aprovechando a que las lluvias disminuyeron en la ciudad y el personal sigue siendo el necesario, en primera fase retiran el pasto que se acumula en las diferentes avenidas del cementerio, la cantidad es tan grande que el pasto retirado es transportado en camiones municipales.
Trabajadores refieren que una avenida les lleva una semana completa poderla limpiar. Explican que agilizan el proceso de limpieza ante una posible reapertura del camposanto, pues ha estado cerrado a las personas para evitar aglomeraciones de personas en sepelios o por visitas acostumbradas a los diferentes panteones.
Arriesgándose, trabajadores han encontrado en este proceso de limpieza, desde serpientes hasta roedores en los diferentes sectores.
