Con información de Erick Colop.
Quetzaltenango. La reciente erupción del Volcán de Fuego dejó muerte y destrucción a su paso, las comunidades que vivían cerca de este coloso no son las únicas que se exponen a ese riesgo. El Viejo Palmar en la actualidad es considerado como un pueblo fantasma debido a que se encuentra totalmente abandonado, esto como consecuencia de diversos sucesos naturales que obligaron a los pobladores a marcharse del territorio.
Este poblado ha cambiado con el paso de los años, hay algunos pobladores que se resisten a dejar su patrimonio que ha sido heredado por las diferentes generaciones.
José Pérez cuenta que sus padres le dejaron parcelas en el lugar y por eso no las deja. Se tarda una hora para llegar de su nuevo hogar a estas parcelas donde planta pacaya y banano. «Vengo todos los días porque son las parcelas que mis papas nos dejaron y con eso sostengo a la mi familia» dice Pérez.
José explica que desde hace 3 años llego un grupo de personas a habitar el lugar, ahora se ve ganado a la par de casas abandonadas y dañadas. «Gente del altiplano han ocupado las tierras que han dejado las personas del pueblo, ellos ya construyeron casas y ahora viven acá», agregó.
Carlos Ajanel es otro de los pobladores, cuenta que conviven con el volcán, el Río Nima 2, y Nima 1, este ultimo es el que acabó con el pueblo. Además recuerda como era la comunidad y lo que hoy es.
«Este río, el Nimá 1, fue el que acabó con el pueblo, ahora donde estaba el parque y el salón es un basurero. El mercado ahora solo es un parque donde la gente viene a cargar su cosecha» detalla Ajanel.
Carlos cuenta que la actividad del volcán Santiaguito es constante pero que ha cambiado el recorrido del descenso de lava. «Ahora la lava del volcán baja por otro lado, pero aveces también cerca de acá», dice mientras espera que termine de cargar un picop para llevar su cosecha de pacayas.
Casas construidas con lámina y madera, ubicadas a la par de casas abandonadas y dañadas por la erupción del volcán. Es lo que hoy es el municipio del Viejo Palmar, que de a poco comienza a ser habitado de nuevo por pobladores que se resisten a la idea de dejar su propiedad, pese a las instrucciones de autoridades por lo peligroso del lugar.
El volcán Santiaguito lleva 100 años activo, con explosiones y actividad a cada hora, es uno de los mas activos de Guatemala. Ya cobró la vida de personas y destruyó un poblado.
Las personas siguen conviviendo con su vecino el que ruge y truena todos los días, aún sabiendo que un día de estos los pueden obligar de nuevo, a irse del lugar.
