El presidente argentino Mauricio Macri anunció que eliminará uno de cada cuatro puestos políticos del Poder Ejecutivo, en tanto congelará este año los sueldos del sector e impedirá que familiares de ministros ocupen cargos
El lunes ya renunciaron dos hermanas del ministro de Trabajo Jorge Triaca, una del Banco Nación, la otra de la Agencia de Inversiones. También lo hizo el hermano del jefe de Gabinete de ministros Marcos Peña, que se desempeñaba en el ministerio de Producción. Y en los próximos días deberían hacer lo mismo unos cuarenta familiares de miembros del Ejecutivo nacional que trabajan en la administración pública.
Anunciada por el presidente Mauricio Macri junto a una reducción de 25% de los puestos políticos y al congelamiento de los sueldos de los ministros, la prohibición de que familiares del Gobierno ocupen cargos públicos es una medida audaz, que pone fin al nepotismo tradicional de los gobiernos argentinos.
Si bien hubo cierto oportunismo político, y no es casual que las primeras renuncias tengan que ver con el ministro de Trabajo, involucrado en un reciente escándalo de empleos ficticios, la decisión marca un quiebre.
Por el momento, habida cuenta de que la Argentina es un país federal, solo se aplica al ejecutivo nacional, pero Macri pidió que provincias y municipios se sumen a la propuesta. Lo que harán sin duda los dos principales distritos gobernados por el oficialismo, la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. La medida debería ser bien recibida por la opinión pública.
Con información de Radio Francia Internacional
