Por Erick Colop |
Cementerio de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, se ha convertido en una guarida de pandilleros, dicen vecinos del municipio, mientras la Policía Nacional Civil (PNC) indica que no llegan a tiempo porque no tienen patrulla.
El fin de semana fue asesinado dentro del camposanto Jacinto Rosales López, de 37 años.
Según el informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), Rosales tenía golpes en el rostro y le faltaban piezas dentales.
Pese a que el gobernador departamental de Quetzaltenango, Juan Clímaco Rosales, es originario de este municipio, no hay planes de seguridad para evitar más hechos delictivos.
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