Por Oswaldo Cop
El 5 de febrero de 2017 fue hallado el cadáver de Vilma Gabriela Barrios, de 26 años, en el río Samalá, Cantel, Quetzaltenango.
Lili López, 53, madre de Vilma, fue localizada a la orilla de la carretera con heridas cortantes en el cuello, fue trasladada al Hospital Regional de Occidente (HRO) y fue una pieza clave para identificar al presunto asesino.
El principal sospechoso del crimen es Emerson Marroquín, exfutbolista, quien fue capturado en Texas, Estados Unidos, el 6 de noviembre de 2017, luego de una alerta de la Interpol.
En abril iniciará la etapa intermedia del juicio que enfrenta Marroquín, en el Centro Regional de Justicia, en la zona 6 de Xela. El exjugador es acusado de femicidio y femicidio en grado de tentativa.
Erick Lancerio, novio de la víctima, explica que ha sido un año de lucha y justicia para esclarecer el crimen que le arrebató a Gaby.
El hecho
Gaby y Lily llegaron el 4 de febrero del año pasado a la casa de Marroquín, en Cantel, pues él la había ofrecido en alquiler por medio de las redes sociales.
Minutos después, en una habitación alejada, de acuerdo a la Fiscalía del Ministerio Público (MP), propinó puñetazos a Gaby, y luego con un pedazo de madera y un objeto parecido a un clavo, le causó al menos 51 heridas, en el cuello, tórax, senos y abdomen.
Otra de las pruebas que tiene el MP, son fotografías donde aparece Marroquín el día que ocurrieron los hechos, pues la víctima las envío a un grupo en WhatsApp que tenía con unos familiares.
También, la Fiscalía indica que tiene registros de las antenas telefónicas, que indican que Gaby y Marroquín estuvieron en el mismo lugar el día de los hechos.
