Dos niños y dos niñas, entre 1 a 4 años, viven tras las rejas en Quetzaltenango sin haber cometido un delito. Los infantes son hijos de cuatro privadas de libertad.
En fecha reciente, se conoció este dato luego de un estudio que hicieron estudiantes de la Maestría en Derecho Penal, del Centro Universitario de Occidente (Cunoc). Algunos nacieron tras las rejas, según el estudio.
Los niños, de acuerdo a la información del Sistema Penitenciario (SP), pueden estar con su madre en una cárcel hasta los 4 años, luego se busca a familiares cercanos o son resguardados por el Estado.
Astrid Argueta, una de las estudiantes, explicó que los niños no cuentan con las condiciones adecuadas para vivir dentro de la prisión.
Luego del estudio, los estudiantes decidieron llevar apoyo a los niños. Se organizaron y llevaron a la cárcel ropa, víveres y juguetes.
Tras una convivencia con las internas, se les entregó el donativo, pero según los estudiantes es necesario más apoyo para los menores de edad.
Con información de Erick Colop
