*Pedro trabaja desde hace 8 años como piloto de bus urbano en Xela, y ese empleo, pese a que al inicio le gustaba, hoy se ha convertido en su mayor temor.
«Salimos con miedo todos los días con esto de la extorsión, uno ya no sabe si va a regresar», dice el piloto, mientras espera que el microbús se llene para dar otra «vuelta».
El piloto cuenta que los sujetos que los amenazan están en las paradas de buses, se acercan, y les piden «colaborar» con ellos.
«Uno tiene que colaborar porque a veces no sabe uno si lo que quieren es matarlo», explica.
En fecha reciente, en Xela tres empresas de buses han sido blanco de ataques armados, los dueños han confirmado que son “advertencias” porque en ninguno de los casos hay personas heridas.
Para Pedro, es difícil trabajar hoy en los buses, porque cuando los contratan solo les dicen que hay que cumplir con una cuota diaria, pero no les advierten sobre las extorsiones.
«Los dueños no explican si la ruta está siendo amenazada, solo nos dicen tanto hay que cumplir de cuota, y a veces nos toca poner de nuestra bolsa para evitar que nos hagan daño», relata el conductor.
Según estadísticas de la Policía Nacional Civil (PNC), este año han aumentado las denuncias por extorsión, mientras que el último dato de la Fiscalía contra Extorsión del Ministerio Público (MP) refiere que conocen al menos 100 denuncias, y por estos casos, solo han capturado a una persona.
*Nombre ficticio por seguridad del entrevistado
Con información de Erick Colop
