Por Oswaldo Cop |
Escenas de dolor se viven en la vivienda de la familia de Ana Sánchez, en la aldea de Toj Chulup, Concepcion Chiquirichapa, Quetzaltenango, donde el cuerpo de la migrante y su hija, Aranza Méndez Sánchez, de 2 años, son velados en este lugar.
«Mi hija ya no regresó viva, yo pensé que aún la vería otra vez en nuestra casa», comenta Santa Sánchez, madre de Ana.
Ana murió en un incendio, el 2 de enero reciente, en Charlotte, Carolina del Norte, Estados Unidos.
En este incendio también murió Alexander Villagrán, de 10 años, quien fue inhumado el lunes reciente, en el cementerio de Concepción Chiquirichapa.
Vecinos de la aldea han llegado con familiares de Ana para acompañarles y mostrar su solidaridad.