El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el canciller de Rusia, Sergei Lavrov, se reúnen el lunes en momentos en que sigue tenso el vínculo y sube el tono de la retórica por los roles encontrados de ambas potencias repecto a la severa crisis que vive Venezuela.
Un comunicado del Departamento de Estado informó sobre las más recientes declaraciones de Pompeo previas a la reunión, prevista para las 5:15 p.m. en Rovaniemi, Finlandia, donde asisten a la Undécima Reunión Ministerial del Consejo Ártico titulada «Mirando al Norte: Afilando el Enfoque Ártico de Estados Unidos».
Respondiendo a periodistas, Pompeo dijo que el presidente en disputa Nicolás Maduro «tiene que ver que esto se está desmoronando».
«La situación en el terreno sigue empeorando para el pueblo venezolano. Esta semana, mientras Maduro logró mantener el control del ejército en algunos aspectos, hubo muchos militares que se fueron, un oficial de inteligencia superior se fue», dijo Pompeo.
Washington y Moscú se acusan mutuamente de injerencia en los asuntos internos de Venezuela.
Estados Unidos apoya firmemente al gobierno interino que lidera Juan Guaidó. Rusia cerró filas con Maduro desde que se reforzó la crisis en la nación sudamericana tras el segundo mandato asumido en enero pasado por el sucesor del fallecido Hugo Chávez.
La reunión de Pompeo y Lavrov llega después de otra entre el canciller ruso y el ministro de Maduro, Jorge Arreaza, a quien Estados Unidos no reconoce.
En su cuenta en Twitter, Arreaza elogió la reunión con Lavrov.
Pompeo dijo a reporteros también que Maduro «estaba preparado para irse y, finalmente, decidió no hacerlo».
«Él entiende que el tiempo es limitado y creo que está buscando la mayor cantidad de apalancamiento que pueda obtener antes de que finalmente se marche. No sé si eso será la próxima semana o dentro de un mes, pero el pueblo venezolano puede ver que las condiciones continúan empeorando y eso significa que no puede mantener su presencia allí», enfatizó Pompeo.
Con información de La Voz de América