Por Erick Colop
El robo de vehículos, en específico picops, no se detiene en Quetzaltenango. El último caso se registró el fin de semana afuera del Cementerio General, zona 1 de Xela.
La víctima, un adulto mayor, participó en el sepelio de un familiar, transitaron de la colonia El Bombero hacia el camposanto. Ingresaron al cementerio y al salir ya no estaba el vehículo.
Una familiar, quien por seguridad ocultó su identidad, indicó que el picop P651DLY, café con beige y parrillas, le sirve a su abuelito para trabajar.
“Es muy triste y enoja porque la delincuencia crece en Quetzaltenango. Fuimos a enterrar a un familiar, tardamos un poco y al salir nos sorprendimos que el carro de mi abuelito ya no estaba. Los ladrones no se tientan el corazón al ver a las personas dolidas”, dijo.
Añadió que denunciaron ante la Policía Nacional Civil (PNC) y que esta es la segunda vez que le roban un vehículo a su abuelito, pues la primera fue hace nueve años.