El exjefe de la campaña presidencial de Donald Trump, Paul Manafort, va a juicio el martes en Alexandria, Virginia, en uno de dos casos criminales en su contra por parte del fiscal especial Robert Mueller.
En la superficie, los cargos criminales contra Manafort, evasión de impuestos, no haber reportado cuentas bancarias en el exterior y obtener créditos bancarios fraudulentamente, no están relacionados con el tema principal de la investigación de Mueller sobre si la campaña de Trump coludió con Rusia para la elección presidencial en 2016.
Los cargos surgen del trabajo de una década de Manafort como cabildero y consultor político para el expresidente ucraniano Viktor Yanukobych.
Mientras trabajaba para Yanukovych y su Partido de Regiones, pro Rusia, entre 2006 y 2015, Manafort y su exsocio empresarial Rick Gates, presuntamente ganaron decenas de millones de dólares en tarifas, mientras ocultaban los ingresos del Servicio de Rentas Internas, IRS por sus siglas en inglés.
Para evitar pagar altos impuestos, dicen los fiscales, establecieron compañías secretas y cuentas offshore para lidiar con sus ganancias en Ucrania, las que hacían pasar como “préstamos” a cuentas estadounidenses para comprar propiedades multimillonarias en dólares y artículos de lujo.
En total, dicen los fiscales, más de 75 millones de dólares giraron a través de cuentas offshore que establecieron Manafort y Gates.
Manafort se ha declarado no culpable de los cargos en Virginia, al igual que en una acusación separada en una corte federal en Washington, D.C.
Manafort ha estado en prisión desde junio, cuando un juez que preside el caso en Washington revocó su libertad condicional por presuntamente interferir con potenciales testigos.
Con información de La Voz de América
