Rigoberto Quemé Chay, alcalde de Quetzaltenango de 1996 a 2004 —dos periodos consecutivos— señaló que el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que entró en vigencia el 4 de agosto de este año, fue una estafa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“El POT no sirve, yo digo que fue una estafa la que le hicieron al municipio de Quetzaltenango los del BID al hacer un plan que es una copia de 1978, que también era con el BID”, dijo Quemé Chay.
El ex jefe municipal añadió que una de las principales preocupaciones es que el POT deja garantizada la minería en Quetzaltenango. “Eso es tremendo, se están bajando media montaña. El POT contempla áreas para explotación minera, si lo analizan. La extracción minera sale por la ciudad, avenida Las Américas y Pacajá, que complicará el tránsito”, dice Quemé.
De acuerdo al portal de la Municipalidad de Quetzaltenango (munixela.gob.gt), el POT se inició en el 2012 —en la gestión del alcalde Jorge Barrientos Pellecer— con seis mesas de trabajos, donde participaron integrantes del Consejo Municipal de Desarrollo (Comude), alcaldes rurales, instituciones estatales, oenegés, universidades y colegios profesionales, y Segeplan como institución rectora.
El BID se unió en el 2015 apoyando en el diagnóstico y propuestas de proyectos a nivel urbano.
Según el documento del POT, los seis ejes son: sostenibilidad, bien común, resiliencia territorial, competitividad, movilidad y clasificación del uso del suelo. Consta de 161 artículos y 110 páginas.
Con información de Martín Calderón y Municipalidad de Quetzaltenango
