Por Shirlie Rodríguez |
El 19 de marzo de este año, se creó el protocolo que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) debe seguir para el tratamiento de los cadáveres de pacientes con Covid-19.
El protocolo fue elaborado por Carlos Consuegra, revisado por el médico Mario Chang y aprobado por el ministro de Salud, Hugo Monroy.
Una de las especificaciones que detalla el protocolo es el cuidado que debe tener el personal que manipule el cadáver, porque tiene que tener equipo de protección el cual incluye la mascarilla N95, guantes de látex desechables, gafas protectoras y traje quirúrgico con manga larga y con puños, además en la preparación del cuerpo solo podrá estar el personal de salud y de la funeraria.
El cadáver será colocado en una bolsa especial, la cual debe ser proporcionada por las autoridades del MSPAS, y luego será colocado en el ataúd. También resalta el protocolo que el funeral debe ser inmediato y no es permitida la velación o servicio religioso.
Otras medidas de control que especifica el protocolo es que el cadáver debe ser desinfectado con una solución de cloro, reducir el contacto físico con los integrantes de las familias, lavarse las manos con agua y jabón después de manipular el cuerpo y desinfectar el equipo y área utilizada.
El entierro tiene medidas específicas:
• La inhumación debe ser inmediata y sin velación.
• Como máximo 10 personas pueden acompañar el sepelio.
• Es prohibido que asistan niños y adultos mayores.
• El funeral debe durar como máximo 15 minutos.
• La tumba debe tener al menos dos metros de profundidad.
En el protocolo se especifica que ante la magnitud de la emergencia sanitaria puede reportarse un número alto de personas fallecidas y al no existir áreas para morgues, pueden utilizar contenedores de transporte marítimo y/o terrestre refrigerados en un espacio amplio con buena ventilación.
Hasta el momento, en Guatemala, se reportan 214 casos confirmados de Covid-19, de ellos, 185 siguen activos, 21 pacientes se han recuperado y 5 han fallecido. La víctima mortal más reciente es el paciente del primer caso comunitario en el país, el cual se registró en Patzún, Chimaltenango.
