Corea del Norte llevó a cabo lo que dijo fue la demolición de su sitio de pruebas nucleares el jueves, desencadenando una serie de explosiones durante varias horas en presencia de periodistas extranjeros.
Las explosiones en el sitio de prueba nuclear en las profundidades de las montañas del noreste escasamente poblado del norte se centraron en tres túneles en el sitio subterráneo y una serie de torres de observación en los alrededores.
El líder Kim Jong Un anunció el cierre previsto antes de la planificada cumbre con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo mes.
La demolición se produjo mientras el Norte lanzaba otro ataque verbal a Washington, llamando al vicepresidente Mike Pence un «maniquí político» y diciendo que está tan listo para reunirse en una confrontación nuclear como en la mesa de negociaciones.
La decisión de Corea del Norte de cerrar el sitio de pruebas nucleares Punggye-ri generalmente ha sido vista como un gesto bienvenido de Kim para establecer un tono positivo antes de la cumbre. Aun así, no es un movimiento irreversible y necesitaría ser seguido por muchas medidas más significativas para cumplir con las demandas de Trump de una desnuclearización real.
Al convocar a los medios de comunicación extranjeros, principalmente las cadenas de televisión, el Norte aparentemente espera tener imágenes del cierre -incluidas las explosiones para colapsar las entradas de los túneles- difundidas por todo el mundo. El grupo incluía un equipo de Associated Press Television.
El Norte no invitó a los inspectores internacionales a la ceremonia, lo que limita su valor como una concesión seria.
Con información de La Voz de América
