El semanario satírico denuncia que el jefe del sitio de información Médiapart los “condena a muerte una segunda vez” por afirmar que participaban de una campaña de “guerra contra los musulmanes”. La polémica tiene como trasfondo una puja ideológica de dos sectores de la izquierda divididos sobre la postura ante el islam.
El editorial del semanario satírico Charlie Hebdo, que llega este miércoles a los kioscos de Francia, lleva por título “Jamás”. Porque “jamás”, sostiene el director de la publicación cuya redacción fue aniquilada por un ataque islamista en 2015, perdonará a Edwy Plenel, director del sitio de información Médiapart, el haberlos “condenados a muerte una segunda vez”.
Charlie Hebdo y Plenel protagonizan desde la semana pasada una pelea pública. En su edición del 8 de noviembre, el semanario humorístico le había dedicado la portada al director de Médiapart, acusándolo de haber hecho la vista gorda y compartido debates con el predicador islamista Tariq Ramadan, contra quien pesan actualmente dos denuncias de violación.
Plenel reaccionó entonces a esa tapa afirmando que “la portada de Charlie Hebdo forma parte de una campaña más general a la que la nueva dirección de Charlie Hebdo se suma con [el ex primer ministro Manuel] Valls y otros que siguen a Valls, una izquierda perdida, una izquierda que ya no sabe dónde está, aliada a la derecha, véase una extrema derecha identitaria, que busca cualquier pretexto, cualquier calumnia, para proseguir con su obsesión: la guerra a los musulmanes, la demonización de todo lo que tiene que ver con el islam y los musulmanes”.
Para Riss, director del semanario satírico, Plenel, que “designa a Charlie Hebdo como un supuesto agresor de los musulmanes, alienta a los que mañana querrán terminar el trabajo de los hermanos Kouachi”, que el 7 de enero de 2015 abatieron a ocho colaboradores del diario, entre ellos cinco dibujantes, un invitado del diario, un empleado de limpieza y a dos policías.
Las acusaciones de Plenel llegan en un momento en que Charlie Hebdo enfrenta nuevas amenazas de muerte, tras haberse burlado del predicador Tariq Ramadan, ilustrado en portada con un enorme pene y la leyenda “Soy el sexto pilar del islam”.
Esta polémica pone una vez más al descubierto la puja entre dos visiones de la izquierda ante el islam. Por un lado, la izquierda libertaria y de tradición anticlerical, que se burla de toda forma de autoridad, incluyendo la religiosa. Del otro, la izquierda de tradición antiimperialista, que ve en las burlas a la religión profesada por sectores de la población de origen inmigrante una forma de intolerancia, véase de racismo.
Estas dos concepciones de la izquierda le niegan a la otra su carácter de izquierda emancipadora. La izquierda antitotalitaria y laicista es acusada de ser pro imperialista y pro sionista por la izquierda antiimperialista. A su vez, ésta es señalada por complicidad con el islamismo y dictaduras del tercer mundo.
Con información de Radio Francia Internacional
