Por Shirlie Rodríguez y Luis Hernández |
Este miércoles, el Tribunal de Femicidio y Otras Formas de Violencia contra la Mujer de Quetzaltenango condenó a 66 años y 8 meses en prisión al exfutbolista, Emerson Marroquín.
El exjugador fue hallado culpable de la muerte de la poetisa quetzalteca, Vilma Gabriela Barrios López, y el intento de femicidio de su madre.
Marroquín era juzgado por los delitos de femicidio y femicidio en grado de tentativa, por la muerte de la poeta Gabriela Barrios y haber herido a la madre de la víctima, Lili López.
El exfutbolista fue capturado el 6 de noviembre del 2017, en Texas, Estados Unidos, y extraditado a Guatemala a inicios de diciembre.
Los hechos
El Ministerio Público (MP), en la audiencia de primera declaración de Marroquín, el 22 de diciembre del 2017, detalló cómo sucedieron los hechos el 4 de febrero del citado año.
Según el ente investigador, Barrios y su mamá, quien fue pieza clave en este proceso, se comunicaron un día antes (el 3 de febrero) para ver la casa que Marroquín ofrecía en Facebook en Cantel y en un rótulo afuera de la vivienda que alquilaba.
Gaby y su mamá querían arrendarla y llegaron a verla, el sábado 4 de febrero de 2017, a las 12 horas. Marroquín solo mostró la parte de afuera de la vivienda, porque supuestamente había gente en la casa y que en pocos días iban a desocuparla.
La fiscalía asegura que, el exfutbolista de varios equipos de Liga Nacional y de la Primera División, las llevó a ver un nacimiento de agua que tenía la propiedad. Fue en ese lugar que las agredió con un palo con clavos y las golpeó.
Según el MP, la primera agredida fue Gaby, a quien Marroquín golpeó con el puño varias veces en el rostro. La mamá de Gaby forcejeó con él para defenderla, pero también la golpeó. Después de los puñetazos, las agredió con el palo con clavos.
El ente investigador cree que Marroquín las observó por una hora cuando ellas estaban en el suelo, tiempo en el cual creyó que habían muerto. Les colocó ramas y basura encima para cubrir los cuerpos. Sin embargo, Lily seguía viva y aprovechó para buscar ayuda.
Luego, como pudo, salió a la carretera y pidió auxilio. Fue llevada al Hospital Regional de Occidente (HRO). Al siguiente día, el 5 de febrero, hallaron el cadáver de Gabriela Barrios en cerca del puente Bolas, en el río Samalá, Cantel, Quetzaltenango.
El informe del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) indica que el cuerpo de Barrios tenía 51 heridas: 13 en el cuello, 4 en el tórax, 19 en los senos y 15 en el abdomen.
Según el MP, Marroquín les robó cuatro teléfonos celulares y sus carteras. También se llevó el carro en el que habían llegado
