Miguel Morales, un joven nicaragüense padre de familia, compra los productos de la canasta básica en el Mercado Oriental de Managua, uno de los más grandes de Centroamérica, y se las ingenia para ajustar el salario mínimo y llegar a fin de mes.
Los nicaragüenses enfrentan constantes alzas en los precios de los productos de la canasta básica, el gas licuado, la energía eléctrica y el combustible, en medio de una crisis social, política, económica y sanitaria que ha reducido las fuentes de empleo en el país.
El costo de la canasta básica, conformada por 53 productos, se incrementa cada mes y su valor hoy asciende a un aproximado de 430 dólares, según datos del Instituto Nacional de Información de Desarrollo. El salario mínimo promedio de un nicaragüense no supera los 200 dólares mensuales.
“En cualquier momento podemos quedar en el desempleo, estamos mal en este país”, dijo Morales, quien aseguró que con la pandemia se agudizó la situación de su familia.
Los expertos dicen que la situación económica del nicaragüense se ha deteriorado después de 2018, cuando el gobierno de Daniel Ortega desató una violenta represión en contra de las manifestaciones sociales. El país está afectado en diferentes áreas, empezando por las empresas financieras, que están entregando menos créditos, lo cual se traduce en menos inversión y mucho trabajo precario, aseguran.
Después de la crisis de 2018, la inversión extranjera directa (IED) en Nicaragua cayó a niveles históricos. Datos del Banco Central revelan que hubo una caída de hasta un 63,75% en 2020, en comparación con el año anterior.
Según los datos de la entidad financiera, en 2019 el país obtuvo en inversión extranjera directa (IED) de al menos 503 millones dólares, mientras que en 2020 solo fue de 182,3 millones de dólares, la más baja en los últimos años.
En 2017, antes de las protestas antigubernamentales, la IED en Nicaragua logró superar los 1.035,4 millones de dólares.
El ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, se mostró optimista ante la situación e indicó a Canal 8, un medio oficial nicaragüense, que el país tendrá un crecimiento económico del 7% durante este año.
Sin embargo, la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, advirtió que la economía de Nicaragua es la que menos crecerá en 2021 y algunos atribuyen el optimismo del oficialismo a una estrategia de proselitismo político a pocos meses de las elecciones generales.
Con información de Daliana Ocaña / Voz de América