Por Luis Tuc |
El 13 de marzo de este año, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, confirmó el primer caso de COVID-19 en el país, se trataba de un joven de 27 años, quien venía proveniente de Madrid, España.
Han transcurrido 8 meses desde que el nuevo coronavirus se ha apoderado de los servicios de salud de Guatemala.
Algunas de las medidas implementadas por el Gobierno de Guatemala para frenar los contagios fueron la restricción a la libre locomoción (toque de queda), la cual duró del 22 de marzo al 29 de septiembre, el cierre de lugares públicos y la suspensión del servicio colectivo, estas últimas quedaron atrás desde hace un mes.
En la actualidad, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) proyecta una segunda ola de contagios.
Quetzaltenango, por su parte, a través del equipo médico, continúa en la lucha para disminuir contagios y el índice de mortalidad. Aunque afectados emocional y físicamente por el contagio de 67 compañeros y 2 fallecidos, el personal sigue sin descanso con la esperanza de llegar a una alerta verde en el semáforo epidemiológico.
El director del Área de Salud de Quetzaltenango, Juan Nájera, informó que tienen registrados en el departamento 7 mil 666 contagios desde abril, del registro 1 mil 448 están en fase activa y 401 han fallecido.
«Los resultados de una falta de conciencia moral en los pasados días festivos iniciarán a observarse», indicó Nájera.