Por Luis Tuc |
La historia inicia en 1951 cuando nació Pilar Ajcá Mantanic (69 años), quien desde muy joven inició a tallar en madera y a practicar la candelería, trabajos que desarrollaban sus padres.
La familia Ajcá Mantanic, integrada por los dos padres y once hijos, se dedicaban a tallar imágenes religiosas y a vender velas, pero con el pasar de los años y los fallecimientos en la familia, solo doña Pilar ha conservado este peculiar trabajo por 55 años.
La misma necesidad económica motivó a expandir sus servicios a otros municipios, departamentos y países.
Entre los trabajos más reconocidos de Pilar está el Jesús Nazareno de la Iglesia del Carmen, en Salcajá; María Magdalena para el Cristo de Esquipulas, en Cuyotenango, y tres imágenes enviadas a familias en Estados Unidos, además de cuatro San Miguel Arcángel en aldeas de Totonicapán.
Una imagen, de aproximadamente un metro, se talla en dos meses, con el apoyo de formones, planos, gubias, escofina y lijas. Un gran porcentaje lo trabaja en un petate en el suelo.
Los precios para adquirir, bajo encargo, una imagen tallada en madera varían, en su mayoría las personas los compran desde los Q14 mil, dependiendo el tamaño.
Doña Pilar se siente satisfecha por el trabajo que hace, a pesar de ser la única mujer en Xela en continuar con este arte que le ha permitido ser conocida por iglesias, sacerdotes y comunidades de Guatemala.