Un virus similar al SRAS provocó el martes su sexta víctima fatal desde su aparición en el centro de China y se propaga por las grandes ciudades del país, además de llegar ya a otras naciones de Asia, mientras la Organización Mundial de Salud (OMS) prepara una reunión de urgencia.
En total, 258 personas fueron contaminadas por el virus en Wuhan, ciudad donde surgió el virus, de las cuales 227 siguen bajo tratamiento, declaró a la televisión el alcalde de la localidad, Zhou Xianwang.
Las autoridades chinas han señalado además este martes 77 nuevos casos confirmados de virus, con lo que asciende a cerca de 300 las personas contagiadas en el país. Además, 922 personas se encuentran en observación como posibles infectados por este virus que ya ha dejado cuatro muertos, anunció en un comunicado la Comisión Nacional de Salud china.
Más de un mes después de su aparición en un mercado de la ciudad de Wuhan (centro), mientras también fue detectado en ciudades importantes, como Beijing y Shanghai. El virus ya reportó casos en otros tres países asiáticos: Japón, Corea del Sur y Tailandia.
Esta confirmación llega en un momento en que unos quince miembros del personal médico en el epicentro muestran ahora síntomas de la enfermedad (fiebre alta, tos y dificultad para respirar). Esto es preocupante cuando sabemos que se han tomado fuertes precauciones en los hospitales donde se encuentran los pacientes afectados.
Una bomba de tiempo
La proximidad de las fiestas en China constituye una verdadera bomba de tiempo, según los expertos. El riesgo de contaminación entre humanos aumenta con el movimiento de las personas. Y este viernes, cientos de millones de chinos se preparan para viajar por toda China para el Festival de Primavera y celebrar el Año Nuevo Lunar con sus familias.
La OMS está celebrará este miércoles una reunión de emergencia en Ginebra para enfrentar la propagación del misterioso virus.
El grupo de la OMS deberá decidir si clasifica el brote como «una emergencia de salud pública de alcance internacional», una designación que únicamente suele emplearse cuando se trata de epidemias muy graves.
El presidente chino, Xi Jinping, dijo este lunes que el nuevo virus debe ser «absolutamente detenido», en su primera declaración pública sobre la cuestión.
«La seguridad de la vida de la gente y su salud física tienen que ser prioridad», afirmó en declaraciones en la televisión estatal CCTV.
Con información de Stéphane Lagarde / Radio Francia Internacional