Por Shirlie Rodríguez |
A pesar de que se anunció, desde hace varios días, que desarrollarían pruebas para detectar COVID-19, en la Terminal Minerva, zona 3 de Xela, la Municipalidad de Quetzaltenango no tuvo la capacidad de coordinar y respaldar el trabajo de las autoridades locales de salud.
Este jueves, por más de una hora, el personal de salud ya se encontraba en el lugar establecido, pero faltaban sillas, una mesa y el biombo. «Vamos a esperar un poco, sino mi personal se tendrá que ir porque tienen más actividades que hacer», dijo Salvador Soto, director del Centro de Atención Permanente (CAP).
Integrantes de la Comisión de Abastos y Mercados no se encontraba en el lugar, a pesar de que al iniciar la planificación aseguró que darían seguimiento y apoyo. El personal administrativo del mercado inició a buscar alternativas e improvisaron con nailon el área para hacer las pruebas y que hubiera privacidad.
Los inspectores municipales llegaron tiempo después y aún no tenían a vendedores voluntarios para hacerse las pruebas, al tomar la temperatura a dos jóvenes, los inspectores dijeron que tenían alta temperatura y debían hacerse la prueba, pero la tía de las jóvenes se opuso y llamó a más comerciantes para impedirlo.
El director de Abastos y Mercados, Diego Álvarez, dijo que no pueden hacer nada ante la oposición de los comerciantes, porque no se les puede obligar, pero deben tomar medidas para saber qué protocolo seguirán por casos positivos de COVID-19 en el área.
El administrador del mercado Terminal Minerva, Wilhelm Fleischhacker, dialogó con otros comerciantes y les pedía que se hicieran las pruebas, pero los vendedores gritaban que no querían y por ello el administrador decidió retirarse del lugar.
El director del CAP dijo que para este jueves tenían disponibles cien pruebas para el mercado Terminal Minerva y podían mandar a pedir otras cien, pero solo han logrado hacer 12, de las cuales una fue positiva.
