La empresa holando-francesa Air France-KLM se haya enfrascada en un conflicto que en dos meses le ha costado a la compañía más de 220 millones de euros y pone en peligro su supervivencia, según las autoridades. Las acciones caen en picada tras la renuncia del presidente de la aerolínea.
Air France-KLM atraviesa fuertes turbulencias. Las acciones de Air France-KLM se desplomaban un 13% el lunes en la bolsa de París tras la renuncia, anunciada el viernes, del presidente de la aerolínea franco-holandesa Jean-Marc Janaillac.
El presidente de la empresa anunció el viernes su dimisión después de que los trabajadores de la compañía rechazaran, en un referéndum, un acuerdo salarial con el que se buscaba poner fin a un conflicto que sacude a Air France-KLM desde hace más de dos meses.
El acuerdo propuesto por la dirección preveía un aumento salarial de 2% en 2018 y de 5%, condicionado a los resultados financieros de la empresa, para los tres años siguientes.
Pero los sindicatos, a la vista de los buenos resultados operativos de la compañía (1 mil 400 millones en 2017), exigían un aumento de 5.1% en 2018. Los sueldos están congelados desde 2011.
El conflicto ha costado ya a la empresa más de 220 millones de euros (270 millones de dólares), según la compañía.
La renuncia abrió un periodo de gran incertidumbre para el grupo en momentos de una feroz competencia en el cielo europeo, donde cualquier debilidad puede costar muy caro.
«Es un tsunami para Air France, es una catástrofe para esta compañía haber llegado a este nivel de bloqueo», opina Marc Rochet, veterano experto del transporte aéreo, y directivo de las compañías Air Caraïbes y French Bee.
Por su parte, el gobierno francés aseguró que no salvaría esta vez a la compañía. El ministro de Finanzas Bruno Lemaire afirmó que el Estado, que posee el 14,3% de Air France, no recapitalizaría Air France y que si la empresa, “en peligro de muerte”, no llevaba a cabo esfuerzos de competitividad necesarios para estar al mismo nivel que sus competidores europeos “Air France desaparecerá”.
Aunque la historia de Air France sea una sucesión de crisis y huelgas, la situación de hoy no es la misma.
«La competencia es mucho más dura, Air France ya no controla un mercado como lo hacía hace diez años», afirma Battisti.
«Hay competidores más poderosos, más ágiles, y como Francia es el segundo mercado (…) de Europa, lógicamente es muy codiciado», agrega.
Para los observadores, Air France necesita un nuevo plan de desarrollo para salir de su situación de vulnerabilidad.
Air France, con una pérdida de 178 millones de euros en el primer trimestre, «estará en una situación crítica en cuanto haya un alza del precio del carburante o baje el volumen de pasajeros», comenta otro experto, que requiere el anonimato.
El riesgo, según Rochet, es el de un «progresivo declive». Y cita como ejemplo a Alitalia, puesta bajo tutela en mayo de 2017, después de que sus trabajadores rechazaran un plan de reestructuración.
Con información de Radio Francia Internacional
