Cada 7 de diciembre en Guatemala, a partir de las 18 horas, se desarrolla la acostumbrada Quema del Diablo, una tradición que ha sido cuestionada por su impacto al medioambiente.
La tradición indica que las familias queman, afuera de su casa, basura o piñatas que representan al Diablo, con el fin de desarrollar una limpieza espiritual del hogar.
Según cronistas, la quema de las cosas que no se utilizan o las piñatas que representan al enemigo, simbolizan alejar el mal y las impurezas.
Desde algún punto de vista religioso, algunos dicen que la Virgen María bendice los hogares al día siguiente, porque fueron purificados con el ritual del fuego.
El origen de la tradición se remonta al siglo XVI, donde no existía el alumbrado público, y los asistentes a la procesión de la Virgen Inmaculada Concepción hacían fogatas afuera de sus casas para alumbrar el paso de la imagen.
Propuesta legislativa
La semana pasada, el Ministerio de Cultura y Deportes planteó la propuesta de declarar la Quema del Diablo como Patrimonio Intangible de la Nación.
La propuesta tenía como base incentivar y mantener las tradiciones del país, situación que generó la reacción de ambientalistas, quienes indicaron que con esta aprobación se abriría la puerta al incremento de contaminación. Añadieron que, de ser avalada, debe estar acompañadas de una campaña para hacer conciencia en la población.
Recomendaciones
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) recomienda, a quienes practican esta tradición, vigilar a niños, embarazadas y adultos mayores, por ser sectores vulnerables, además evitar que personas con enfermedades respiratorias se acerquen.
En caso que sea distribuidor o vendedor de pirotecnia, mantener a una distancia mínima de cinco metros las fogatas, almacenar y resguardar de forma adecuada el producto, mantener un extintor y pedir asesoría a cuerpos de socorro.
Con información de Yeimi Ajpuac y Prensa Libre / Foto: Prensa Libre
